Graduación: Este día nadie se los podrá quitar
Graduación en la UNAH: Palabras de una autoridad universitaria y dirigida a los nuevos profesionales del país.
Por: Jonathan Godoy
Es un honor estar ante ustedes este día en una fecha que será memorable para los 345 graduandos y graduandas, y todos los presentes.
En unos instantes, estaremos entregando a la sociedad hondureña 345 graduados y graduadas que están preparados para representar las carreras que escogieron de la misma manera en la que mostraron sacrificio, entrega, responsabilidad y valentía cuando lucharon ante cualquier adversidad, cualquier obstáculo y un sinfín de circunstancias que trae consigo esta travesía que denominamos vida.
Es una vida, un transcurso que viene cargado de numerosos eventos y sorpresas, pero a pocos días de ésta travesía los podremos recordar con el mismo valor que a éste, y es que, ¿Saben algo? Hoy es el día que cada uno de ustedes, que elegantemente portan su ribete y toga, hacen una conexión especial con aquel pequeño niño que le preguntaban por doquier qué quería ser de grande.
Es muy probable que las respuestas varíen mucho entre lo que eligieron finalmente, y lo que la ingenuidad y la inocencia de aquel niño y esos tiempos lejanos respondían.
Es muy normal que a medida que los años pasaran, esos pensamientos de a lo que se querían dedicar por siempre, cambiaran.
Eso sí, cada gota de experiencia de todas las facetas que afrontaron les fueron forjando moldeando y finiquitando la idea final. Este es el momento y la ceremonia donde serán investidos como profesionales y personas de autoridad, para ejercer y realizar la práctica sustentada de esa carrera que tomaron por afinidad y con tantos deseos, que estos les separaron de tomar cualquier otro rumbo.
El 28 de junio de 2018 es para ustedes, y NADIE se los puede quitar. Hoy no hay espacio para recordarme de qué pudo no gustarme de la academia, ni de qué docentes no fueron de mi mayor predilección (para dejarlo hasta ahí) ni de algún tropiezo que pude haber tenido en el camino; es el espacio y la hora de brillar, de brillar como personas y de que brillen esas sonrisas a la hora de levantar su ansiado y merecidísimo título.
Mas no nos olvidemos que, como estudiantes y personas egresadas en unos instantes de la universidad, fueron acogidos, apoyados y sostenidos para no derrumbar por todos esos familiares, amigos y conocidos, que allá atrás están orgullosos a rebordar de que hayan logrado culminar ésta etapa.
En esta vida debemos ser agradecidos de las personas y los vínculos inquebrantables; agradecidos a las pruebas que nos hicieron más fuertes, y agradecidos a las oportunidades. Y es que nunca perdamos de vista aquel chico que fuimos, ya que contrario a ustedes, hay muchos niños en Honduras que ven de lejos cumplir sus sueños al ser grandes, como hoy los 345 lo están haciendo.
Procuremos dar lo mejor de nosotros, donde sea que nos desempeñemos, pensando en una Honduras más justa para todos, ya que antes de ser profesionales, antes de tener estas distinciones que llamamos títulos, somos seres humanos...y es esa humanidad que nos distingue.
Esto aquí no se termina, jóvenes; queda mucho camino por recorrer, pero ya demostraron que son capaces de cualquier cosa. Vayan y hagan a Honduras grandes, y vayan a hacerse USTEDES MISMOS GRANDES. ¡Felicidades!
Por: Jonathan Godoy
Es un honor estar ante ustedes este día en una fecha que será memorable para los 345 graduandos y graduandas, y todos los presentes.
En unos instantes, estaremos entregando a la sociedad hondureña 345 graduados y graduadas que están preparados para representar las carreras que escogieron de la misma manera en la que mostraron sacrificio, entrega, responsabilidad y valentía cuando lucharon ante cualquier adversidad, cualquier obstáculo y un sinfín de circunstancias que trae consigo esta travesía que denominamos vida.
Es una vida, un transcurso que viene cargado de numerosos eventos y sorpresas, pero a pocos días de ésta travesía los podremos recordar con el mismo valor que a éste, y es que, ¿Saben algo? Hoy es el día que cada uno de ustedes, que elegantemente portan su ribete y toga, hacen una conexión especial con aquel pequeño niño que le preguntaban por doquier qué quería ser de grande.
Es muy probable que las respuestas varíen mucho entre lo que eligieron finalmente, y lo que la ingenuidad y la inocencia de aquel niño y esos tiempos lejanos respondían.
Es muy normal que a medida que los años pasaran, esos pensamientos de a lo que se querían dedicar por siempre, cambiaran.
Eso sí, cada gota de experiencia de todas las facetas que afrontaron les fueron forjando moldeando y finiquitando la idea final. Este es el momento y la ceremonia donde serán investidos como profesionales y personas de autoridad, para ejercer y realizar la práctica sustentada de esa carrera que tomaron por afinidad y con tantos deseos, que estos les separaron de tomar cualquier otro rumbo.
El 28 de junio de 2018 es para ustedes, y NADIE se los puede quitar. Hoy no hay espacio para recordarme de qué pudo no gustarme de la academia, ni de qué docentes no fueron de mi mayor predilección (para dejarlo hasta ahí) ni de algún tropiezo que pude haber tenido en el camino; es el espacio y la hora de brillar, de brillar como personas y de que brillen esas sonrisas a la hora de levantar su ansiado y merecidísimo título.
Mas no nos olvidemos que, como estudiantes y personas egresadas en unos instantes de la universidad, fueron acogidos, apoyados y sostenidos para no derrumbar por todos esos familiares, amigos y conocidos, que allá atrás están orgullosos a rebordar de que hayan logrado culminar ésta etapa.
En esta vida debemos ser agradecidos de las personas y los vínculos inquebrantables; agradecidos a las pruebas que nos hicieron más fuertes, y agradecidos a las oportunidades. Y es que nunca perdamos de vista aquel chico que fuimos, ya que contrario a ustedes, hay muchos niños en Honduras que ven de lejos cumplir sus sueños al ser grandes, como hoy los 345 lo están haciendo.
Procuremos dar lo mejor de nosotros, donde sea que nos desempeñemos, pensando en una Honduras más justa para todos, ya que antes de ser profesionales, antes de tener estas distinciones que llamamos títulos, somos seres humanos...y es esa humanidad que nos distingue.
Esto aquí no se termina, jóvenes; queda mucho camino por recorrer, pero ya demostraron que son capaces de cualquier cosa. Vayan y hagan a Honduras grandes, y vayan a hacerse USTEDES MISMOS GRANDES. ¡Felicidades!
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